LA GENERACIÓN Z PARTICIPA EN UNA NUEVA REVOLUCIÓN SEXUAL, EN LA CUAL SE NORMALIZA ASPECTOS SEXUALES QUE GENERACIONES ANTERIORES, SI BIEN ACEPTARON, NO TOMARON COMO COTIDIANAS O PÚBLICAS. ENTABLAMOS UN DIÁLOGO QUE ANALIZÓ COMO LA MANERA EN LA QUE ESTA GENERACIÓN VIVE SU SEXUALIDAD IMPACTA EL DISEÑO DE MODAS.

La sexualidad en la generación Z es un tema no sólo común, sino también recurrente. Son cada vez más las marcas que optan por valerse de esta herramienta para inspirar sus diseños y comercializar sus piezas.

Pero en una sociedad donde conviven tres generaciones diferentes, ¿cómo afecta la sexualidad al diseño de moda? Nos reunimos con Giuseppe Ayanegui de Ayanegui y Pepe Romero de Traición para dialogar sobre la importancia de este factor en el diseño. Una conversación a la que de manera remota se sumó Chloé Amutio de Maison Mohe.

Primero se debe hablar de cómo se vive actualmente la sexualidad en nuestro país. Aún existe cierto estigma social cuando de sexualidad se trata, sin embargo, han habido importantes avances cuando se habla del tema. La primera de las tres generaciones antes mencionadas fue la que vivió la primer revolución sexual. La segunda generación se encargó de sentar bases teóricas, estéticas y prácticas con movimientos como el queer. Pero ahora, la generación actual, se ha encargado de vivir de un manera más libre su sexualidad, con menos tabúes que sus predecesoras.

Nuestra generación empieza a descubrir que en realidad nada está mal. Mientras no se dañe a un tercero, no hay un problema con experimentar con la sexualidad.

-Giuseppe Ayanegui

Parte de esta normalización de la sexualidad es el poder comerciarla. En una sociedad capitalista, la propiedad privada es lo más importante. Se considera al cuerpo, la sexualidad y la parte genital; la mayor propiedad privada. En una sociedad capitalista, y una generación que no sólo tiene el conocimiento, sino el poder y disposición de comercializar, tenemos una nueva revolución sexual.

De un tiempo para acá, se he popularizado el look andrógino. Así como prendas hiper-sensuales basadas en indumentaria de BDSM y otras tendencias relacionadas con el sexo. Muchas marcas apelan a estos movimientos y tendencias relacionadas con la sexualidad creando piezas unisex o ambiguas en cuanto a aspecto y género, o escandalosas y disruptivas que fácilmente se vuelven objeto de conversación y se popularizan en redes.

-Chloé Amutio

Otro elemento importante en esta nueva revolución son las redes sociales. Estas plataformas permiten conectarse con personas con intereses, filosofía o gustos afines. Esto, y el flujo de información dan como resultado una comunidad más unida, mejor informada y capaz de tomar decisiones precisas.

Diseñadores como Chloé y Giuseppe son conscientes de estos cambios en la manera de pensar y consumir. Aprovechan en sus diseños y comunicación el integrar elementos de sexualidad en sus piezas. Maison Mohe busca por una definición de sensualidad que no objetivice a la mujer. Por medio de sus diseños, Chloé crea una sensualidad personal, que agrade primero a quien porta la prenda. Giuseppe por medio de Ayanegui replantea la masculinidad. Sus prendas sensualizan el cuerpo masculino e incluyen mensajes sugerentes. Ambos son además conscientes de lo débiles que son las barreras de género, y aunque sus piezas son diseñadas para un sector en específico, reconocen la pluralidad en sus usuarios.

Al final la masculinidad y feminidad son dos formas de accionar. Formas performaticas en las que uno se puede mover ya sea desde la forma de vestir, actuar, pensar o relacionarse. Ninguna está bien o mal. Son formas simplemente en las que podemos fluir.

-Pepe Romero


  • FOTOS: Cortesía

    TEXTO: Isra Vázquez

Fecha de Publicación:
Lunes 26/11 2018