SOBRE LA MIGRACIÓN DE PERSONAS CON ALTO PODER ADQUISITIVO A MÉXICO

Sobre las implicaciones del “Move to Mexico” tras la pandemia.

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Hace un par de semanas se hizo viral un tweet en redes sociales en el que una mujer estadounidense invitaba, presumiblemente a otras personas de su país, a mudarse a México. El tweet dice: “Háganse un favor y trabajen de manera remota en la Ciudad de México, es verdaderamente mágico”. Miles de personas respondieron a este mensaje señalando la forma romántica en la que personas extranjeras de alto poder adquisitivo hablan acerca de vivir en México; como si no existiera la misma violencia sistémica que existe en Estados Unidos (de donde suelen venir estos comentarios). Este es tan sólo un ejemplo de la tendencia que tiene un sector de personas conocidas como “nómadas digitales”.

Estas son personas que trabajan de manera remota a través de sus computadoras, por lo que tienen la posibilidad de viajar constantemente y vivir en distintos países mientras tengan acceso a internet. Este fenómeno incrementó a partir de la pandemia, pues muchas personas vieron la posibilidad de trabajar desde sus casas y prefirieron viajar; pagando rentas mucho más baratas que en sus países de origen. Si bien, esto ha aumentado la calidad de vida para quienes tienen las posibilidades de vivir de esta manera, también existen repercusiones negativas; principalmente, que los destinos de los “nómadas digitales” suelen ser lugares con altos niveles de desigualdad.

Así, lo que parecería un estímulo a las economías locales suele convertirse en una situación susceptible a la gentrificación. Es decir, “los procesos de renovación de viejos centros urbanos mediante transformaciones materiales (edilicias) e inmateriales (económicas, sociales y culturales) conducidas por agentes privados y/o sustitución, directo e indirecto, de la población residente por otros grupos sociales con poder adquisitivo más elevado”. En otras palabras, conforme aumenta la cantidad de extranjeros con poder adquisitivo, se transforman los espacios para satisfacer sus necesidades. Es por ello que sube el precio de las rentas y obligando a las personas locales a abandonar sus lugares de origen debido a su dificultad para pagar estas cuotas elevadas.

Si bien, la definición de gentrificación se concentra en los espacios urbanos, en México estas prácticas se han extendido por todas las regiones turísticas. Mientras que los extranjeros de altos ingresos tienen la capacidad de vivir en sus burbujas de privilegios. Hablan acerca de la vida paradisiaca y la “gran familia internacional” que les recibió en Tulum. En el municipio ocurrió el mayor aumento de porcentaje de población en situación de pobreza, subiendo del 32.2% al 61.8% en 2020.

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Una búsqueda rápida en redes sociales con las palabras “Move to Mexico” (Mudarse a México) muestran a cientos de personas hablando de su maravillosa decisión de dejar sus vidas en Estados Unidos o algún país europeo. Y lo felices que son en Oaxaca, la Ciudad de México, Cancún o Tulum. Ahora bien, todas las personas tienen derecho a migrar y a buscar una mejor calidad de vida, pero es importante destacar que al no existir igualdad de condiciones para todas las personas (particularmente atravesadas por la racialización, la clase y la nacionalidad); es fundamental ser críticxs con los discursos en torno a la migración de personas con alto poder adquisitivo. Porque no es lo mismo llamar a las personas “migrantes ilegales” que “expats” (una abreviación del término “expatriado”) o “nómadas digitales”.

Existen relaciones de poder que determinan las experiencias de migración; actitudes y acciones hechas por personas racializadas o empobrecidas son rígidamente castigadas. Mientras que, cuando las hace una persona blanca o con poder adquisitivo alto, son pasadas por alto. Un motivo por el que migraron tantos “expats” a México fue la ausencia de medidas restrictivas contra el COVID-19, en contraste con las de países como Estados Unidos, Francia o Reino Unido. Y basta una caminata corta por la colonia Roma o Condesa para encontrar a personas angloparlantes sin utilizar cubrebocas ni mantener sana distancia sin ninguna consecuencia. Y que por el contrario, Giovanni, un albañil de Jalisco fue arrestado por la policía supuestamente por no utilizar cubrebocas y asesinado mientras estuvo detenido.

Por otra parte, también es importante mencionar que no toda la migración desde Estados Unidos ocurre en este contexto de privilegio; conforme continúa la inflación, la renta demanda un porcentaje cada vez mayor de los ingresos de la población general. El ingreso per cápita en la ciudad de San Diego es de 3,172.75 USD al mes, mientras que su renta promedio es de 2,970.

De acuerdo con Gustavo Solís, la crisis afectó principalmente a trabajadores de bajos ingresos en los sectores de hospitalidad, servicios y atención al público. En consecuencia, hubo migración hacia la ciudad vecina de Tijuana, en la que las rentas eran más accesibles para la población que trabajaba en Estados Unidos. Con todo, a pesar de que esta es una opción viable, de acuerdo con el autor, para las personas que ya residían en Tijuana, no existen alternativas similares cuando las rentas aumentan para ellos.

El problema de origen es el aumento desmedido de precios y la ausencia de regulación de los mercados y garantía a la vivienda digna. Es necesario hablar tanto de las dimensiones sistémicas como de las individuales para construir un panorama distinto en el que la racialización y la condición socioeconómica no sean obstáculos para la calidad de vida de las personas que conviven en el país actualmente.

A pesar de las intenciones que puedan tener las personas migrantes de altos ingresos cuando deciden instalarse en México; es importante que consideren las consecuencias que tendrá su mera presencia y actúen de manera responsable con las comunidades con las que conviven. Asimismo, estas acciones individuales deben ir acompañadas de políticas que prevengan que se despojen a personas locales de vivienda digna. Y exista igualdad de condiciones para todas las personas migrantes en México en la que puedan crear un vida en este país que no se vea amenazada por la violencia sistémica ni viva por encima de la ley por el privilegio que les concede su pasaporte.


  • TEXTO: Jumko Ogata

Fecha de Publicación:
Lunes 14/03 2022