Pendientes por resolver en el fútbol y deporte femenil: género y abuso de poder

La Copa Mundial de Fútbol Femenil 2023 se llevó a cabo del 20 de julio al 20 de agosto en Australia. Fue el mundial femenil más exitoso de la historia; por poner algunos ejemplos de acuerdo a números obtenidos por The Guardian: 1,978,274 entradas vendidas (el doble al último mundial hace cuatro años), el premio al primer lugar aumentó el triple a $10.5 millones de dólares en comparación con el último mundial, y la Selección Española se coronó como ganadora por primera vez en su historia. Pero, a pesar de todos estos méritos históricos, la verdadera conversación se está volcando hacia otro hecho.

Luis Rubiales y el abuso de poder

Durante la ceremonia de premiación, el presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, le propinó un beso “de celebración” a la jugadora Jennifer Hermoso. No tardó en que esta imagen le diera la vuelta al mundo y comenzaran las opiniones, críticas, debates, etc.

Días más tarde, Jennifer sacó un comunicado anunciando que el beso no fue consensuado y que se sintió incomoda con el acto. Así mismo, sus compañeras la apoyaron y en conjunto decidieron no participar en ningún juego con la Selección hasta que el presidente de la Federación dimite al cargo. En una conferencia de prensa, Rubiales declaró que no renunciaría. Hace un par de días, tres semanas después del hecho, presentó su renuncia tras las reacciones de la opinión pública.

No es la primera vez que el presidente de la Federación se ve envuelto en polémicas y acusaciones de abuso y corrupción. Evidenciando una clara falta de profesionalismo, no solo por parte de él, sino de todas las personas con “poder” a su alrededor que permitieron que continuara bajo el cargo.

En lugar de estar celebrando el logro histórico de la Selección Española de Fútbol Femenil, la conversación se centró en Luis Rubiales, ¿cómo es posible que aún en las victorias de las mujeres, la agenda tenga que apuntar alrededor del actuar masculino?

Violencia de género en el fútbol y karate mexicano

Scarlett Camberos es una futbolista mexicana-estadounidense quien después de múltiples incidentes de acoso físico y ciberacoso por parte de un “fan”, tuvo que dejar el Club de Fútbol América Femenil y transferirse al Angel City FC en Estados Unidos ya que las autoridades mexicanas no hicieron lo suficiente para salvaguardar su integridad, esto debido a la falta de regulación en el código penal de México cuando se trata de acoso físico y por redes sociales. Evidenciando lo endebles de las leyes mexicanas ante el acoso y la violencia de género en nuestro país.

Otro caso es el de Alejandra Martínez, seleccionada mexicana de Karate, quien a través de un video publicado en TikTok, denunció a su entrenador y ex pareja por violencia de género. Alejandra pidió ayuda a la JKA (Japan Karate Association de México) sin embargo, el presidente de la asociación decidió encubrir al agresor y la obligo a firmar un documento que establecía que no podía difamar al entrenador en redes sociales de lo contrario sería expulsada de la JKA.

A pesar de que actualmente se encuentra ya un proceso legal en contra del agresor así como una orden de restricción, Alejandra expresó en el video que teme por su vida.

La necesidad de un cambio cultural

La mayoría de los deportes en categoría femenil, comenzaron a tener reflectores mucho tiempo después que la categoría masculina, y esto se logró a lo largo de muchas luchas en contra de lo establecido, lo que alguna vez fue considerado territorio exclusivamente masculino.

Recordemos el caso de Kathrine Switzer, la primera mujer en correr un maratón (Boston) de forma oficial, una competición exclusiva para hombres. La atleta fue atacada por uno de los organizadores con la intención de expulsarla, Kathrine se mantuvo firme en acabar la carrera y logró así cambiar la situación de mujeres en el deporte.  

La lucha de las mujeres en el mundo del deporte ha sido una batalla constante por el reconocimiento e igualdad de oportunidades. ¿Cómo es que casos como el de Jenni Hermoso, Scarlett Camberos y Alejandra Martínez junto con la carencia de visibilidad e importancia hacia al deporte femenil afectan, desmeritan y vulnerabilizan a las atletas?

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El mundo del deporte, a menudo celebrado como un escenario de competencia justa y logros inspiradores, no está exento de los problemas profundos de violencia de género y abuso de poder. Las dinámicas de poder desiguales que persisten facilitan situaciones de abuso.

Para desmantelar estas dinámicas y combatir el acoso en el deporte, se requiere un cambio cultural profundo. Esto implica la implementación de políticas y programas que promuevan la igualdad de género en todos los niveles del deporte, desde la base hasta el alto rendimiento. Además de garantizar un entorno y sistemas de denuncia seguros y efectivos para las víctimas de acoso y violencia.