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RECURSOS ÚTILES DE EXPERTOS EN EL ÁREA PARA PERSONAS QUE PUEDAN NECESITARLO

El 10 de septiembre se reconoce como el Día Mundial para la Prevención del Suicidio. Los problemas de salud emocional, psicológica y psiquiátrica se visibilizan poco en los medios y son aún menos, las piezas informativas que buscan dar recursos a las personas que atraviesan los síntomas en carne propia. De la mano de El Instituto de Neurología, Neurocirugía y Enfermedad Cerebrovascular, I.A.P (INNECeV), una organización de asistencia privada constituida en 2018, líder nacional en el campo de las neurociencias, bajamos 5 datos para personas que puedan verse en esta situación.

1.— Reconoce tus síntomas 

El punto de partida es reconocer qué es lo que te está pasando. Si en los últimos meses has perdido el apetito; tu rutina de sueño se ha visto alterada; has perdido el interés en tus hobbies, la escuela o el trabajo; has incrementado el consumo de alcohol u otras drogas recreativas; te sientes profundamente solo, angustiado y te ves envuelto en espirales de pensamientos negativos que parecen no tener fin, estás sufriendo de ansiedad o depresión.

“La tristeza es un síntoma y aparece de manera normal cuando atravesamos una situación difícil. La depresión es una condición médica que de no recibir tratamiento puede prolongarse por años y tener efectos irreversibles en el funcionamiento cerebral”, apunta la doctora Ishtar Fuentes, especialista en paidopsiquiatría del Instituto de Neurología, Neurocirugía y Enfermedad Cerebrovascular, I.A.P (INNECeV).

No te avergüences de lo que estás sintiendo, no te sientas culpable, no eres una persona débil o inmadura. La ideación suicida es la expresión más extrema de la depresión y ansiedad y es un problema serio que debes atender.

2.— Reconoce los factores que te hacen daño y haz algo al respecto

A tu alrededor pueden existir diversos factores asociados a la soledad, desesperación y angustia que estás experimentado. Es necesario que te des la oportunidad de descubrir cómo te hacen sentir las personas y circunstancias con las que convives diariamente. 

Analiza la interacción con tus padres, familiares, amigos, jefes o profesores, compañeros de escuela o trabajo, con el lugar donde vives, las sustancias que consumes y asume la responsabilidad de cortar los lazos que provocan o agudizan las emociones negativas que estás viviendo. 

Desprenderse de las relaciones tóxicas es un proceso que requiere disciplina; no tengas miedo, la única relación indispensable en tu vida es la que llevas contigo mismo. Los cambios son un proceso, celebra y reconoce tus avances aunque te parezcan pequeños, un paso a la vez. 

3.— Busca alguien con quien hablar

Es necesario que te des la oportunidad de compartir cómo te sientes de manera abierta y honesta. Para ello es importante que vayas más allá de tu entorno social y familiar y encuentres un interlocutor profesional, objetivo e independiente, como un médico, un psicólogo, un consejero espiritual o un grupo de apoyo. 

Si te das la oportunidad de pensar en el suicidio a profundidad y compartir tus conclusiones con una persona objetiva e imparcial, te darás cuenta que con lo que quieres terminar es con el sufrimiento que estás experimentando, no con tu vida. Llegar al suicidio es evitable. Tras la ansiedad y la depresión, hay esperanza. 

“Si estás pasando por una etapa de ideación suicida no sientas vergüenza de hablarlo abiertamente, lo más importante que debes saber es que no estás solo y que tienes la capacidad para llevar a cabo los cambios y medidas que te ayuden a sanar y te permitan seguir adelante con tu vida”, apunta la doctora Anel Carrillo, especialista en neuropsicología del Instituto de Neurología, Neurocirugía y Enfermedad Cerebrovascular, I.A.P (INNECeV).

4.— Date la oportunidad de descubrir nuevas cosas

Cuando descubrimos algo nuevo que nos gusta, sentimos una pequeña chispa o impulso revitalizador que nos anima, cuestiona lo que sabemos y nos motiva a adentrarnos en nuevas experiencias. 

Una manera eficiente de hacer frente a la secuencia de pensamientos depresivos que te llevan a la ideación suicida es darte la oportunidad de descubrir nuevas actividades, espacios y personas. Si no tienes dinero, no te preocupes, no es necesario gastar; siempre existen algunas alternativas como clubes de lectura, coros comunitarios, grupos de corredores o clases gratuitas de baile y otras actividades que se organizan en parques y plazas públicas. 

Recuerda que todas las emociones son pasajeras. Adquirir el hábito de salir a caminar, hacer un poco de ejercicio o hablar con personas nuevas te será muy útil para hacer frente a las emociones negativas. 

5.— Aprende a romper la secuencia de pensamientos depresivos

“Los pensamientos depresivos se vuelven un vicio. Si te dejas llevar llegas a un punto donde no puedes parar haciendo el abismo cada vez más profundo”, comparte Alberto N., de 34 años, sobreviviente de la depresión y el intento de suicidio. 

Desarrollar hábitos positivos para romper la secuencia de pensamientos depresivos se convertirá en tu kit de primeros auxilios para hacer frente a la ideación suicida. Es crucial que aprendas a reconocer esos pensamientos negativos con honestidad, pues eventualmente seguirán llegando a tu mente para detonar esas espirales que te atrapan. Sin embargo, serán menos frecuentes y profundos en la medida que recurras a nuevos ambientes, gustos y actividades para neutralizarlos. 

“A 4 años de mi intento de suicidio vivo una vida diferente; dejé la ciudad, regresé a un trabajo que me hacía feliz, me mudé a la playa y decidí nunca más anteponer las necesidades emocionales de otros a las mías. 

A veces los pensamientos depresivos llegan de pronto, pero me doy cuenta de todo lo que he hecho por mí mismo para cambiar mi vida y la felicidad que siento por ello hace que no me afecten como antes. Lo mejor que hice fue asumir la responsabilidad de mi salud mental y  cortar de tajo con lo que me hacía daño, dejar atrás el entorno que me hacía sufrir tanto al grado de querer acabar con mi vida. Pasar por lo que pasé me hizo darme cuenta de que la única felicidad de la que soy responsable es la mía”, concluye Alberto. 

Hay esperanza para comprender tu depresión, aprender de ella y continuar con tu vida. Si estás pensando seriamente en el suicidio necesitas ayuda urgente. Acércate a la Línea de Vida (800 911 2000) del gobierno federal o vía WhatsApp a la consejería en psiquiatría y neuropsicología del Instituto de Neurología, Neurocirugía y Enfermedad Cerebrovascular, I.A.P -INNECeV- (442 227 5067) para recibir orientación sin costo. 


  • Cortesía INNECeV, I.A.P: Instituto de Neurología, Neurocirugía y Enfermedad Cerebrovascular.

Fecha de Publicación:
Viernes 10/09 2021