CON 15 AÑOS DE TRAYECTORIA EN EL DISEÑO DE INTERIORES, C CHIC SE HA COLOCADO COMO REFERENTE EN LA ESCENA DEL INTERIORISMO EN MÉXICO, CARACTERIZÁNDOSE POR PROPONER AMBIENTES FUNCIONALES Y ATEMPORALES .

Jueves 19/02 2015
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FOTOS: Rene Enríquez
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De casas de ensueño a restaurantes que resultan en toda una experiencia al momento de cruzar la puerta. El interiorismo en México es un tema que en los últimos años ha cobrado tanta importancia como la arquitectura, en el desarrollo y conceptualización de todo tipo de espacios.

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Pioneras y ahora expertas en el diseño de interiores nos encontramos con Sara y Olga, fundadoras de C CHIC un estudio de diseño enfocado en la conceptualización de espacios que este año celebra quince años de proyectos, de la materialización de ambientes funcionales y atemporales donde convergen sus pasiones, diversos estilos y tendencias.

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En estos 15 años ¿cómo han vivido el auge del interiorismo en México?

Olga: Nosotras tuvimos la percepción de que faltaba algo dentro de los proyectos de arquitectura, alguien que te guiara tanto en temas de mobiliario y de colorido. Nos sentíamos insatisfechas con nuestras profesiones, así que decidimos dedicarnos a eso y en menos de seis meses ya teníamos muchísimos proyectos, desde departamentos en Acapulco, áreas comunes en edificios, áreas pequeñas para intervenir.

La creatividad se ha vuelto un valor agregado. Antes los clientes ni siquiera tenían presupuesto para invertir en el diseño particular de cualquier espacio; luego se dieron cuenta que al igual que la arquitectura, la creación de un concepto, de una propuesta, iba más allá de un proyecto arquitectónico y es cuando nos empiezan a invitar a estos proyectos increíbles donde sí se ve un resultado diferente.

Sara: El interiorismo es parte visual de la vida. Yo creo que estamos rodeados de tantos rollos y problemas que de repente se siente bien ver algo bonito. Así es como el interiorismo comenzó a agarrar fuerza, no nada más en la casa, sino en todos lados: bares, restaurantes, antros. Vivimos a mil por hora y con todo este tema de las redes lo hemos conceptualizado absolutamente todo.

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¿Cómo definirían su propuesta estética?

O: No necesariamente tenemos un estilo de diseño. Podemos diseñar un restaurante y a la vez un espacio clásico y moderno, pero la curaduría que tenemos en cuanto a objetos, arte y mobiliario, siento que nos caracteriza muchísimo por un elemento, que es el inesperado. Tratamos de romper esquemas preconcebidos de donde deben ir las cosas y nos atrevemos a cambiar los espacios, siempre con la función de que el cliente aproveche los metros cuadrados que tiene.

S: Nos gusta meter cosas icónicas porque son atemporales, cosas que hablen de la personalidad y aunque nos encantan las tendencias y las usamos muchísimo, procuramos ser completamente eclécticas.

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¿Cuál es su proceso al trabajar en un proyecto?

S: Estudiamos perfectamente el proyecto para poder definir exactamente qué es lo que queremos que hable ese proyecto. Para nosotras primero viene a nuestra cabeza como queremos que sea el espacio, luego nos sentamos a plasmarlo en planos, en renders, en diseño, y nos damos a la tarea de buscar exactamente las piezas que pensamos, si no las diseñamos nosotras.

O: Creamos una personalidad nueva, por así decir, en cada proyecto hasta que quedamos satisfechas con las ideas y conceptos. A partir de eso hacemos una selección desde lo más general, que es gamas de colores, sensaciones textiles; hasta el más ínfimo detalle como qué libro de arte, qué escultura, qué aromas, lo que debe de percibirse en cada espacio. Tratamos de ir haciendo todas estas capas de diseño y pulirlas hasta lograr lo que teníamos concebido.

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¿Qué proyecto ha implicado el mayor reto y cuál ha sido su favorito?

O: El edificio de Reforma creo que cumple con las dos características. Fue un reto porque ya tenía un estilo arquitectónico muy particular y después de varios años de existir nos invitan a nosotras a rehacer todo el interior. Teníamos el reto de mantener cierta relación con la arquitectura, el mismo lenguaje; sin embargo debíamos transformarlo en algo vanguardista.

Logramos darle una personalidad al edificio que no tenía, dándole un giro de 360o. La gente quedó feliz y los espacios se viven porque invitan a disfrutarlos.

S: No podemos hacer un proyecto si no nos enamoramos de el. Este es un edificio de concreto naranja al principio de Reforman que no queríamos que perdiera esa característica, pero no contaba nada por el interior no había una historia. Somos muy clavadas en la parte de contarle algo al usuario, algo al que entra por primera vez a ese espacio.

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Próximamente C CHIC estará presentando sus más reciente proyectos, entre ellos casinos, con los cuales trabajan por primera vez, un restaurante en Polanco, y hoteles.