Toda una experiencia culinaria en Hard Rock Los Cabos

Visitamos una de las franquicias hoteleras favoritas para melómanxs, y es que en Hard Rock Los Cabos, nos percatamos que todos los días hay una cuidada playlist de clásicos del rock y el pop. Recibe huéspedes desde 2019 y cuenta con más de 600 habitaciones.

Al tratarse de un all inclusive, puedes encontrar todo tipo de actividades y servicios enfocados al esparcimiento, el deporte y la relajación. Dispone de un estudio de grabación para grabar tu propia canción o pedir el préstamo de algún instrumento musical. Además, pudimos conocer las historias detrás de las piezas que componen la Memorabilia del hotel, un recorrido guiado por Claudia Jiménez, Vibe Manager de Hard Rock. 

En su basta colección encontramos desde una guitarra Gibson de Mick Jagger, pasando por el traje Roland Orzabal de Tears for Fears, hasta una de las piezas valuadas más costosas como el saco de Keith Moon, baterista de The Who o la chaqueta de Axl Rose, vocalista de Guns N´ Roses. Una de nuestras piezas favoritas, el corsé cónico diseñado por Jean Paul Gaultier, que Madonna utilizó en la gira Blond Ambition World Tour de 1990. Además de un peculiar cómic de The Kiss y la cámara Asahi Pentax de John Lenon, entre otros objetos.

Y cuando se trata de gastronomía, se lo toman muy en serio pues cuentan con experiencias culinarias en cada uno de sus ocho restaurantes. Pero el destacado es Awaken your senses, una cena que no sólo estimula el sentido del gusto. Dicha experiencia contempla una proyección de video de alta resolución y una mesa táctil interactiva en medio de un ambiente envolvente de realidad aumentada que te lleva a diferentes partes del mundo. 

El menú consiste en siete tiempos, cada uno acompañado de coctelería para maridar y con un emplatado muy inusual, desde una típica cabina roja londinense hasta una botella cortada a la mitad para usarse como plato. Entre nuestros favoritos: el arancini de risotto con salsa pomodoro al ajo quemado; la suave costilla de res Angus con una nube suave de papa y medallón de cebolla, y por supuesto el postre, un planeta de chocolate montado sobre maíz inflado garapiñado y relleno de mousse de maracuyá para equilibrar lo dulce con jarabe de romero. 

La experiencia culinaria Rockstar Chefs

Hard Rock Los Cabos nos tenía preparado una serie de experiencias culinarias de la mano de tres chefs invitados: Irving Cano, al frente de los restaurantes Tené, Trazo y Dulce 1810 en San Miguel de Allende; Zuleyma Zepeda como chef ejecutiva de Roca, la Mari y Très.  Y finalmente Mario Espinosa, liderando Madereros, Tencüi y Magda.

Por lo que, lo primero que probamos fueron platillos elaborados a partir de un ronqueo de atún, es decir, un despiece tradicional del pescado a cargo del chef del hotel Leopoldo Arceluz y el equipo del restaurante de comida asiática Zen. Zuleyma, por ejemplo, preparó un cebiche negro de atún con una hoja de cecina crocante y salsa con habanero, unos de sus platillos insignia en Roca.

Al día siguiente nos esperaba una cena de cinco tiempos que comenzó con una pequeña porción de melón infusionado con curazao y prosciutto; le siguió el tartar de sandía con ponzu, alioli de jengibre y flor de cilantro realizado por la chef Zuleyma, maridado con un cóctel de mezcal con jamaica y canela. Después fue turno del pescado pargo rojo con puré de piña caramelizada y salsa de chile güero con limón a cargo del chef Mario Espinosa. Maridado con ron y agua de coco y toque de menta. 

Como segundo plato fuerte degustamos camarones y pork belly confitado a la mantequilla, salsa de mole infusionado con frutos rojos y espuma de chícharo a cargo del chef de la casa; acompañado de un campari y agua quina. Finalmente, como postre, una galleta en forma de cochinito hecha con piloncillo y helado de pinole acompañado de higos, mango y ciruela por Irving Cano, acompañado de un espresso de coco, un cóctel parecido al carajillo; reflejo de su pasión por la cocina mexicana.

Hace una década, según el chef Mario, el boom por los take over de chefs destacados en hoteles y destinos turísticos se apaciguó con el tiempo; por lo que volver a este tipo de dinámicas de trabajo resultan ser muy enriquecedoras, pues el colaborar en la cocina con otros colegas se vuelve un reto para trabajar en equipo. Esto conlleva un proceso de experimentación y reinterpretación, pues traen de base su filosofía y práctica culinaria propia, pero que se transforma al compartir con otras maneras de hacer en la cocina. Al final de eso se trata, comparte la chef Zuleyma, lograr que su concepto gastronómico sea principalmente para apapachar.