LAS IMPLICACIONES DEL ARTE Y LA CULTURA RESPECTO AL CAMBIO CLIMÁTICO.

La sustentabilidad es la problematización de la relación con la naturaleza y la sociedad

Arturo Escobar. (1995) Ecología, mercado y desarrollo. El desarrollo sostenible

El arte es una práctica consciente y leal a los valores de quien la practica, ¿pero qué pasa cuando el desperdicio y la sostentabilidad terminan por ser conceptos alejados de la realidad en la práctica? ¿Cómo incide el arte en el cambio climático?

Slavoj Žižek, filósofo esloveno, profundiza sobre la basura y desperdicio: “Por supuesto, racionalmente sabes que está ahí, pero en cierto nivel de tu experiencia más elemental, desaparece de tu mundo. Pero, el problema es que esa basura no desaparece”. Desde el inicio del proceso artístico es común minimizar los desperdicios y basura que se generó para poder tener tus materiales al alcance, pero desde el bocetaje, se carga con una cuenta de mil litros de agua para la producción de papel de tu sketchbook de cien hojas.


Foto de Naja Bertolt Jensen

Por mencionar una disciplina, las pinturas al óleo contienen altas concentraciones de hidrocarburos perjudiciales. Por su parte los acrílicos, aunque generalmente se consideran menos contaminantes, contienen formaldehído y amoníaco en sus estabilizadores, los cuales además de dañar al medio ambiente también pueden provocar irritación pulmonar y cáncer.

Ante este panorama, en los últimos años han surgido ramas del arte y diseño que abrazan y resignifican los desperdicios y basura que sistemáticamente negamos e ignoramos. Algunas son las siguientes:

Trash Art, arte de basura

Esta rama del arte urbano está relacionada con vanguardias del siglo XX.  Found Art con dadaístas, Picasso y el Ready-made con Duchamp, junto con el Junk Art. Busca encontrar la belleza en la basura y resignificarla como objeto de arte, ¿existe belleza en los objetos abandonados en un basurero? Artistas como Francisco de Pájaro (Art is tra$h) o Tim Noble y Sue Webster son algunos de los representantes actuales de esta corriente.


Foto de Ananya Bilimale

El trabajo del activista y artista mexicano, Alejandro Durán, se desarrolla alrededor de la fotografía y la instalación y se suelen describir sus obras como un grito de ayuda que busca involucrar al espectador, siempre vinculado con el ambiente, el consumismo y exceso de basura de la sociedad actual.

Igualmente, en este sector del arte contamos con el trabajo de Nora Adame, quien realizó una serie de retratos con etiquetas de textiles. Con esta técnica re-elaboró diversas imágenes de la cultura como Marilyn Monroe o Frida Kahlo. Dicha colección ha sido exhibida en México y el extranjero.

En la práctica, todos los materiales de reciclaje son válidos para crear una escultura de arte reciclado. De hecho existe el concepto de “arte supra-reciclado” que es aquel que está desarrollado con desechos o residuos. Para ventaja de lxs artistas, cualquier material es compatible con la creatividad. Sin embargo, por accesibilidad, la mayoría de materiales utilizados en el arte reciclado son madera, metal, plástico, vidrio, piezas de automóviles y componentes electrónicos. 

Y vaya que hay de dónde obtener materiales. Según la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, en México se generan alrededor de 42 millones de toneladas de basura al año. No obstante, sólo el 7% llega a un ciclo de reciclaje.


Foto de Evan Demicoli

Un ejemplo de lo que se puede crear con estos materiales son las esculturas inspiradas en la vida de Davit Nava que juegan con ciencia, arte y naturaleza. Este artista mexicano es un ambientólogo que lucha por la conservación natural a través del arte sustentable. 

Trash Art en la esfera digital

Una sub corriente que se enfrenta a la basura digital y se basa en la reutilización de elementos existentes, en este caso digitales. Se basa en la experimentación constante con elementos de la cultura en Internet, desde memes hasta obras de arte clásicas. O sea, en lugar de una nueva pieza, se usan archivos que ya existen en la web y se sobreponen entre sí para alterar imágenes y crear nuevas con esta “basura virtual”.

Cripto Arte y NFTs

Por otro lado, surgen medios artísticos que ignoran la problemática ambiental a la que nos enfrentamos diariamente. El Cripto Arte y los NFTs requieren de grandes cantidades de energía y arrastran una importante huella de carbono por la tecnología blockchain –cadenas de bloques en las que se registran– que utilizan. Por su carácter descentralizado no es posible calcular la cantidad de energía que necesitan; pero para dimensionar un poco, basta con saber que la red que utilizan: Ethereum, misma que lentamente sustituye Bitcoin, consume en un año la misma energía que Bulgaria, y una transacción equivale a dos viviendas familiares y media en un día, según el Índice de Consumo energético de Ethereum —desarrollado por Digiconomist—. 

No obstante, es importante destacar que de acuerdo con dappGambl los NFTs están perdiendo valor. De más de 73 mil colecciones el 95% de ellas disminuyeron su costo en el mercado. En su auge, estas obras fueron vendidas hasta en 2.9 millones de dólares, actualmente oscilan entre los 5 y 100 dólares. ¿Seguirán contaminando de la misma forma aunque sólo estén almacenados? ¿Es un presagio para volver al arte físico y emplear materiales reciclados?


Foto de Andrey Metelev  

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Cuando la accesibilidad a materiales no sigue normas o criterios puede ser complejo el tratar de mantener coherencia con la preocupación general que existe en cuanto al medio ambiente y las obras, pero no por eso es imposible. Desde reducir la cantidad de papel no reciclado que se usa en el proceso y utilizar materiales de desecho que puedan transformarse en lo que necesitas puede hacer un gran cambio.


  • TEXTO: Lorena Dichara

    Actualización: Redacción Coolhuntermx

  • FOTOS: Vía Unsplash

Fecha de Publicación:
Lunes 19/02 2024