UNA MUESTRA/INVESTIGACIÓN PERIODÍSTICA A TRAVÉS DEL ARTE Y EL DISEÑO SOBRE LA BÚSQUEDA DE PERSONAS DESAPARECIDAS EN JALISCO.

La violación de derechos humanos en México, principalmente en tema de personas desaparecidas, es hablar sobre periodos críticos y largos, ya que, por más de una década, la sociedad civil, iniciativas ciudadanas y colectivos han accionado en busca de sus familiares y justicia.

La búsqueda de personas desaparecidas como labor activa

“En el país se han reportado más de 101 mil personas desaparecidas o no localizadas desde que se tiene registro hasta el 12 de julio del 2022, de acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO). En el caso de Jalisco, se han registrado 15 mil 044 casos de personas desaparecidas y no localizadas, cifra que posiciona al estado como la entidad con mayor número de desapariciones a nivel nacional (14.88%)”.

Dada la compleja situación, desde otros campos disciplinarios es que se trenza la inquietud de seguir compartiendo las historias alrededor de las personas desaparecidas y la búsqueda por parte de sus familiares. Se trata de una investigación de base de Zona Docs, un medio de periodismo documental enfocado en derechos humanos en Jalisco, creado en 2017 y fundado por Héctor Guerrero y Darwin Franco. En colaboración con Aletse Torres, periodista enfocada en derechos humanos, cubriendo temas que van desde el género, migración, desapariciones, comunidad LGBTTIQ+, cultura y niñez. Y, por otro lado, Cristian Chavira, artista y diseñador cuya práctica se ubica en líneas de investigación de temas como la percepción del ser humano y el diseño, su relación con objetos cotidianos, y su incidencia en la sociedad.

La inquietud surgió de un dulce, afirmó Cristian, quien compartió que al acompañar a Aletse a la cobertura de una manifestación de familiares, es que una mamá les regaló unas paletas de dulce con una pequeña ficha técnica adherida para seguir hablando de su hijo desaparecido. Esto implicaba muchas capas de lectura sobre la adaptación y el uso de ciertos objetos y artefactos como herramientas. Aunado a esto, durante otra entrevista, una mamá en búsqueda de su hijo les compartió que cuando desaparece un ser querido, la búsqueda se convierte en un trabajo. 

Investigación documental y material para seguir contando sus historias

Surge el proyecto denominado Instrumentalizar la búsqueda, donde plantearon esta crisis social “como un oficio impuesto, no deseado, pero sí afrontado”. Durante la investigación multidisciplinaria se puede observar un trabajo de rigor periodístico, pero también de análisis de todas aquellas herramientas que necesitan las familias y colectivos para llevar a cabo este trabajo. Se vuelve, entonces, una oportunidad para seguir hablando y compartiendo sus historias, pero, por otro lado, acompañando a familiares con la sensibilidad y escuchas necesarias.

Como todo oficio, plantea Cristian, se necesitan de herramientas y objetos que las familias han adaptado, diseñado y reutilizado para este oficio de búsqueda. Bajo esa premisa, deciden realizar una exposición/instalación como si se tratara del taller de alguien que se dedica a buscar.

En dicha muestra había objetos específicos o complejos, por ejemplo, un bolso bordado por una mamá como testigo del proceso del duelo tras la pérdida de su hijo Charli. También había listones verdes que estaban rayados con los nombres y fechas de las personas desaparecidas que formaron parte de las primeras manifestaciones en 2013 y que se colgaron en todo el andador de la avenida Chapultepec.

Una muestra autogestiva del detrás de los objetos

La exposición, aunque parecía pequeña, requería tiempo considerable de observación, ya que cada pieza iba acompañada de una breve historia y contexto particular. Mostraba la historia de alguien o representaban algo, como la réplica de una loseta que formó parte de la Glorieta de los Niños Héroes y que en 2018 se convirtió en la Glorieta de las y los Desaparecidos de Jalisco. 

Además de otros objetos como una brocha y un balde, herramientas utilizadas para pegar fichas en el Palacio de Gobierno. En otra área, tenían todos los artículos o herramientas que los colectivos utilizan en la búsqueda de campo. Entre estos artefactos, uno que destacó Cristian: la varilla larga con una longitud aproximada de 2.5 m con dos extremidades, una con pico y del otro lado con un manubrio. Cuando llega la brigada de búsqueda (en compañía de autoridades y periodistas) las entierran, la giran y la sacan para oler la parte de la punta y revisar si dicho olor corresponde a putrefacción de restos humanos. Esto nos habla de la complejidad que adquiere la cultura material en contextos de violencia y crisis social, se vuelve testigo y registro histórico de la incapacidad del Estado para garantizar los derechos humanos en México.

Para la muestra también se desarrollaron dos piezas, por un lado, Aletse realizó un tablero grande de corcho donde colocó muchas fichas de búsqueda con un letrero que tenía el conteo de personas desaparecidas en Jalisco al corte del día de la inauguración de la muestra. Cristian, en cambio, desarrolló una réplica en pequeña escala de Guadalajara Guadalajara, la marca ciudad instalada frente al Teatro Degollado. Dicha escultura fue realizada con varilla corrugada, el material del que está hecho uno de los objetos más simbólicos, pues fue diseñado por las brigadas para la búsqueda de fosas clandestinas. 

La colocación de este emblema ciudad tuvo la función identitaria durante el gobierno de Emilio González Márquez y que los colectivos y familias resignificaron, manifestándose con la adición de fichas de búsqueda sobre dicho letrero. 

 La exposición se llevó a cabo en octubre del 2022 en el centro cultural Casa Quinque en Santa Tere y donde se realizaron visitas guiadas y recorridos con familiares y colectivos que propició el reconocimiento de su labor y lucha. Con la intención de llevar estas historias a otros lugares, esperan que la muestra pueda itinerar a otras ciudades.