Indumentaria modular multifuncional

Las necesidades a las que nos enfrentamos hoy en día son muy diferentes a las del pasado. Sin embargo, seguimos diseñando a partir de conceptos que ya no son vigentes en la actualidad. Desde nuestra cotidianidad, es necesario tomar responsabilidad y atender los problemas de hoy pensando en las necesidades del mañana.

Siempre me han interesado las posibilidades. Posibilidades traducidas en experiencias de cambio y configuración. En concreto, mi mayor impulso ha sido comprender la configuración propia de nuestra ropa al igual que la experiencia durante su uso. Tener agencia en la experiencia estética al crear nuestro estilo, agencia de la cuál hemos sido desplazados por la industria de la moda rápida.

La pandemia nos hizo enfrentar la incertidumbre ya que nos hizo darnos cuenta de los problemas que padece el mundo. Tomé este momento como punto de partida mientras, en paralelo, cuestionaba la industria de indumentaria que me rodeaba. Consideraba que seguir produciendo y consumiendo ropa de manera tan acelerada era insostenible. El cambio no parecía viable ni posible.

A pesar de esto, comencé acercándome a las prendas que hacía; seccionándolas y tratando de buscarles otro significado. Fue así como llegué a la modularidad.

De lo modular

La modularidad se refiere a un conjunto de partes que interactúan entre sí, buscando un objetivo en común. Las partes (o módulos), pueden funcionar grupal o individualmente; agregando el sentido de pertenencia a sus cualidades estéticas. En nuestra ropa se refiere al ensamble que existe entre diferentes partes seccionadas de la prenda. Esto le da la posibilidad a la pieza armada de crecer o decrecer, lo cual es conveniente cuando existen variaciones de temperatura. También influye estéticamente en ella debido a la posibilidad de mezclar simultáneamente colores y componentes.

El usuario activa la prenda dependiendo de sus necesidades y se vuelve partícipe en las decisiones de su estilo y vestimenta. Posibilita la relación entre los componentes y se crea una asociación entre las diversas posibilidades. Este proceso de involucrar al usuario en las decisiones se vuelve parte del diseño emocional de la prenda lo cual prolonga el cuidado de la misma. De esta forma se valora el vínculo entre la prenda y las posibilidades de sus experiencias, influyendo de manera positiva en su ciclo de vida. 

Del por qué

Me interesaba entender el uso y el ciclo de vida de nuestra indumentaria. La idea de pensar en ropa que pudiera atender diversas necesidades y cuestiones estéticas me hacía mucho sentido. Me parecía importante cuestionarnos las relaciones que creamos con nuestras prendas. Por encima de todo, me motivaba proponer una alternativa al uso y al consumo acelerado de nuestras prendas.

Otro factor decisivo para mí era el impacto ambiental de la industria. La sobreproducción de ropa sólo ayuda a unas cuantas personas a pesar de ser tantxs involucradxs. La huella ecológica de nuestras decisiones es enorme, y es necesario generar nuevas propuestas dentro de la cadena de valor de la industria.

¿Por qué seguimos creando tantas colecciones de ropa cuándo podemos crear una colección a partir de una sola prenda?

No necesitamos más ropa en el mundo. Sin embargo, las nuevas propuestas son vitales; ya que nos anticipan de manera más fundamentada a la incertidumbre del futuro. Para hacerlo es necesario entender nuestro pasado, pero sin generar desde ahí.

Es importante plantear nuevos acercamientos a nuestro entorno para hacernos conscientes de nuestros hábitos. Esto nos ayuda a reflexionar acerca de la relación que tenemos con nosotros mismos y con el mundo. Propuestas que atiendan a la manera en que producimos, consumimos y desechamos; para de ahí generar conocimiento y comunidad.

Del proceso iterativo

Mi aproximación a la modularidad en la ropa ha sido iterativo. Me he acercado a manera de prueba y error. El proceso de prototipado ha sido extenso y me ha ayudado a acercarme a los limitantes que existen al producir ropa con estas características. Ahora, agradezco a la Plataforma Activa de Diseño (PAD), de la Jefatura de Multidisciplina y Diseño; en dónde actualmente me encuentro realizando una residencia para desarrollar el proyecto. Aquí sigo explorando las posibilidades de la prenda, usando diversas metodologías de diseño. 

Uno de mis objetivos durante este periodo era saber si la modularidad en nuestras prendas funciona. Para esto, realicé una muestra a la cual atendieron aproximadamente 100 personas de todos los rangos de edad. Esta consistía en un espacio a manera de guardarropa abierto, en dónde se les invitaba a las personas a explorar y jugar con las prendas presentadas. Mientras jugaban y experimentaban con las posibilidades de la prenda se les tomaba fotos y cuestionaba cómo esta experiencia les hacía sentir. Finalmente se les preguntaba acerca de la funcionalidad de la prenda por medio de una recuperación final.

Las respuestas y los comentarios de las personas que asistieron fueron muy reveladores. No sólo se llegó a la conclusión de que las prendas modulares funcionan, sino que existe curiosidad y aceptación a nuevas formas de relacionarnos con nuestro entorno. Se llegaron a conclusiones concretas entre lxs asistentes ya que a pesar de las barreras generacionales, expresaron emoción al haber sido parte de una dinámica en la cuál su creatividad los orillaba a seguir entendiendo las posibilidades de la prenda y de sí mismxs.

De nuevas propuestas

Pensemos en la posibilidad de tener ropa que usamos y que exploramos continuamente dentro de nuestras posibilidades y preferencias. Ropa que:

• Incluya a lxs usuarixs y que lxs vincule con sus prendas.
• Se piense como cambio y recuperación; en lugar de consumo y en la obsesión.
• Sea atemporal, no binaria, inclusiva y responsable.
• Cambie la narrativa del sobreconsumo y que nos haga adquirir nuevos productos solo en caso de necesitarlos.
• Pueda ser recolectada y puesta de nuevo en circulación en el mercado.
• Sea resistente al paso del tiempo y continue siendo vigente.
• Atienda las necesidades reales del mundo cambiante.
• Sea versátil y ajustable a diferentes necesidades.
• No discrimine a lxs usuarios ni que sea un limitante ante las posibilidades de expresión existentes.

Del futuro – indumentaria modular

La industria de la ropa tiene un papel importante en nuestra vida cotidiana y en la economía global. Sin embargo, también tiene un gran impacto en el medio ambiente y en las personas que trabajan en ella. La modularidad en la ropa es una de las muchas alternativas que podemos explorar para hacer frente a estos problemas. Esta se presenta como una opción que promueve el cuidado del medio ambiente, la responsabilidad social y la creatividad individual. Todo esto mientras se involucra al usuario en el proceso de diseño de sus prendas. A través del proceso iterativo de diseño y prototipado, se pueden encontrar soluciones que, a su vez, generen nuevas alternativas para el futuro.