Otras formas de hacer drag

Ya llegó junio, el mes en el que celebramos la diversidad sexual y de género y buscamos que se visibilicen a todas las poblaciones del acrónimo bajo el que nos asumimos: LGBT+. También es un momento para dialogar sobre las problemáticas que atraviesan a estas distintas poblaciones, cada una desde sus particularidades; el vivir con VIH de hombres gays o mujeres trans, la experiencia trans en las infancias, los espacios seguros para las mujeres lesbianas. Hay tanto que decir, que vale la pena dirigir nuestras conversaciones a aquellas que son menos visibles; los hombres cisgénero, gay, dominamos la conversación y somos los más representados en los medios. El público aún cree que es la “Marcha Gay” y por eso debemos traer otros temas al frente.

Uno de los que ha alcanzado escalas globales dentro de la cultura pop es el fenómeno del drag. La construcción de un personaje exagerado que da show, construye looks impresionantes y recibe a las personas en un antro, describe a grandes rasgos el término. También ha ayudado que Rupaul ‘s Drag Race se ha vuelto un éxito entre distintas poblaciones y generaciones (no únicamente LGBT+). En catorce años el reality ha tenido spin offs, temporadas de All Stars (donde regresan drags que ya estuvieron) y ha crecido a otros países como Tailandia, Francia, Reino Unido, Países Bajos, Italia y Canadá. 

Y aunque cada vez se vuelve más popular y ha sido un escaparate para hablar de algunos de los temas que menciono arriba, al paso de los años también ha generado una audiencia que cada vez exige más de sus performers y se le juzgan bajo estándares que son, honestamente, hegemónicos. Es decir, se premian los estándares femeninos de belleza establecidos; pelucas rubias, ojos claros, siluetas delgadas y moda de tintes suntuosos (ya no hay cabida para expresiones conceptuales o extrañas).

Pero históricamente el drag siempre ha ido acompañado del activismo. En México están las hermanas Vampiro, Oswaldo Calderon “La Superperra” (qepd), Daniel Vives “La Supermana”, Dragatitlán, Carlos Bieletto, Roberto Cabral y otras que han formado parte de la lucha por los derechos de la comunidad y la apertura de espacios de convivencia. Por eso vale la pena recordar que el drag fue, y puede seguir siendo, una expresión anticapitalista que ha creado otras comunidades. A continuación, algunos perfiles que llevan el drag a otros espacios y nos cuestionan.

Yolanda

Yolanda fue la primera drag mexicana en ganar una audiencia grande en YouTube. Su estilo extrovertido, valemadres y exagerado la hacen un ícono de la vida nocturna de la CDMX. Ha sido host de La Purísima en distintas etapas y verla siempre produce una reacción inesperada. En sus palabras ha descrito su drag como una representación femenina que casi no vemos, pero existe. Su formación en danza contemporánea, da como resultado shows que van del performance a la locura.  

Isirella

Las duplas en el drag cada vez son más comunes; dos personas con una pasión compartida que deciden crear un equipo. Este equipo que ha participado en La carrera drag de la CDMX y fueron ganadoras del Matadero en Monterrey, son hijas de Santa Lucía. Isis y Vampirella, además de ser pareja creativa, son también pareja sentimental. Cada vez vemos a más mujeres integrarse a esta forma de expresión y comprobarnos que a pesar de las dificultades, es un canal abierto para todxs. 

Suculenta

Suculenta es un personaje creado por el artista Memo Hojas. En su trabajo fotográfico hace un recorrido íntimo de las expresiones queer y como drag, su creatividad lo lleva a crear conceptos con comentarios sociales (que a veces terminan de generarse con la misma fotografía). Suculenta ha sido un payasito con cuerpo de urna electoral, un bote de ARV, Miguel Higaldo y José María Morelos en su versión drag y hasta un excremento que hace un comentario a los hombres cis heterosexuales. El trabajo de imagen que hace junto a Memo Díaz Martín, la hace uno de los proyectos más interesantes actualmente. 

Dirne

Si decía que la mayoría de las drags buscan acercarse al lado opulento de la moda, Dirne toma como referencia los diseñadores más propositivos. Desde un vestido plano de muñeca, guiño a Rei Kawakubo para Comme des Garcons otoño 2012, a tocados en el estilo de Julien D’ys. Su drag se siente joven, divertido y nada serio; una bocanada de aire fresco para los espacios en los que todas buscan la perfección.

Baked Sasquatch

A Baked se le puede ver a veces en Ciudad Juárez, aunque generalmente está en El Paso y Houston, Texas. Su personaje es una criatura glamurosa y femenina cercana a un monstruo de las nieves. Es evidente que lo hace bajo un tono satírico de la exageración de rasgos que ahora están de moda, labios y ojos rasgados con un cuerpo peludo y patas de pezuñas afiladas. Esta incisiva mirada a través del humor confirma que al final hay que divertirse a través de estas expresiones.