CONVERSACIONES SOBRE EL DRAG, SU PÚBLICO Y EL ARTE, POR SORO NASTY

De esta ciudad de libros hizo dueños

a unos ojos sin luz, que sólo pueden

leer en las bibliotecas de los sueños

los insensatos párrafos que ceden

Jorge Luis Borges, Poema de los dones

Recuerdo bien cómo lo conocí. Estaba viendo una alfombra colgada en la pared del hotel donde se hospedaba. Era una réplica falsa de un cartón del renacimiento temprano. Me perdía en las urdimbres que creaban pequeños seres, unicornios y paisajes cuando escuché el ruido de unos pasos decididos. Su origen eran unas largas botas negras a la rodilla con un tacón de 20 cm. Volteé mi mirada y sentí pasar un ser, quizá había escapado del cartón, media casi dos metros y medio de alto con un cabello largo de color azabache coronado con pequeños diamantes incrustados en la coronilla. “Hola, Soro, ¿estás listo?”, dije antes de que llegara el auto que nos llevaría a la galería Jesús Gallardo en León, Gto. “Siempre estoy listo”, me sonrió.

A propósito de la exposición del artista polaco Xawery Wolski llamada Se borró al despertar decidimos realizar una reinterpretación visual de dicha exhibición. Las instantáneas fueron obra de Armando Belsoj, fotógrafo radicado en León; y Soro Nasty, artista del drag y modelo oriundo de Monterrey. De acuerdo con la curaduría propuesta por Leonardo Ramírez Cartier, la lectura que se le dio a las obras fue “esto es un sueño del que despertamos y del que recordamos fragmentos”. No perdimos la oportunidad de generar un diálogo con Soro sobre esta travesía por la galería, su trabajo como dragqueen, lo que le ilusiona y lo que últimamente le desencanta.

Todo comenzó con un murmullo que me reveló mientras se colocaba junto a las grandes piezas blancas de terracota: “Estoy trabajando mucho en sentir ese poder que siento cuando hago drag fuera del drag.” Me miró un instante y continuó: “estoy exhausto. He estado en 5 ciudades en una semana. Yo soy todo. Yo me hago el styling, dirijo mis redes, me encargo de bookearme, hago los videos, me ensayo para los shows. No puedo decirte que pueda encerrarme en una sola cosa.” Continuamos con la sesión: escenas de Soro entre espinas, gotas de lluvia, semillas y aureolas gigantes. Cosas que sólo suceden mientras no estamos despiertos.

Unas semanas más adelante seguimos con otra entrevista. Recibo su llamada mientras se estaba preparando para su viaje a Colombia. En esta ocasión me habló sobre su relación con el público: “Yo comencé con lo que tenía en mi casa, pero la gente ya no quiere eso. Les interesa todo lo de diseñador. Tienen estándares muy altos. Hay mucha presión por ser drag queen actualmente. Experimento ataques de ansiedad. Cuando tus redes crecen suelen llegar mensajes a todas horas. No tengo paz mental, todo el tiempo estoy pensando en trabajar.”

Le pregunté por la relación que tiene con su público:

El respeto se ha perdido y yo creo que las redes sociales acentúan el problema. Hay mucho juicio fácil pero muy poca gente paga. He recibido muchos mensajes de odio a diario. He sabido de gente que le han rebuscado para crucificarlos. Se ha generado un ojo crítico para hacerte caer. Una cuerda floja que yo estoy aprendiendo a caminar. No ha sido fácil.

Prosigue narrando sobre sus hermanas dragas: “Ahí ha sido la cosa muy distinta. Yo creo que entre todas nos apoyamos. Obvio es un ambiente de competencia. Sin embargo, hay algo de compañerismo al final del día. Por ejemplo, tengo este proyecto de Drag Factor y ahí andamos haciéndole la lucha para crear fuentes de trabajo”.

Finalmente, hablamos de su experiencia en la galería, habían pasado cerca de 20 días entre una conversación y otra. “Me sentí como en casa, había algo de tranquilidad en aquel lugar. Sentí que el drag me había permitido ser parte de la obra. Como si hubiera estado dentro de la exposición. Logré llevar a Soro a una parte más tranquila”. Hubo belleza cuando escuché lo anterior, recordé el inicio de nuestra primera conversación y sentí un cambio en el tono y en las formas que su drag le permite migrar emociones.

A lo largo de este periodo me quedó muy en claro que hay un esfuerzo constante por Soro por dar el contenido de la mejor calidad; asimismo, es muy consciente de las cláusulas que se generaron en un trato tácito que se tiene con el público. Lo interpreto como un recordatorio por generar nexos más amables, sin violencia, con nuestrxs artistes. (Re)escuchar su voz hizo que recordara la alfombra del hotel donde se quedaba. Quería volver a verla en un acto de nostalgia. Regresé esa tarde, caminé por donde habían trazado un camino unos tacones de 20 cm, giré y solo vi una pared desnuda. La pieza con sus pequeños seres, sus unicornios y sus paisajes habían desaparecido. Soñé y no me di cuenta. 


Fecha de Publicación:
Jueves 03/02 2022