RECLUSA PARDA OFRECE EN LA CUAUHTÉMOC, COMIDA DE INSPIRACIÓN OAXAQUEÑA Y DESTILADOS NACIONALES E INDEPENDIENTES

Reclusa Parda es el nombre de una araña endémica de Norteamérica con potente veneno. Suele habitar entre piedras, cúmulos y montículos de madera. Es esta araña la que inspiró a los creadores del nuevo bar con aires de cantina en la Cuauhtémoc que recibe el mismo nombre.

Diseño

El diseño del espacio estuvo a cargo de Patricio Galindo de estudio Modo Manera. La fachada de concreto al natural tiene cuatro arcadas que al abrirse exponen la terraza a la calle de Rio Ebro. El techo de este espacio crea la sensación de amplitud cuando se retrae y deja al aire libre la primer sección del local donde las sillas se mezclan en un ambiente informal. El cambio de piso de adoquín a concreto marca el ingreso a la nave industrial. Aquí el mobiliario es de madera: mesas, sillas y bancos. Sobre el lado izquierdo se concentra el área de barra y cocina, marcando como acento un comal tradicional. La vajilla y cristalería fue elaborada por artesanos y tiene un diseño craquelado, el cual se inspira en la telaraña de la Parda Reclusa. 

Barra

La curaduría de la barra se enfoca en destilados nacionales e independientes. Es sorprenderte ver la cantidad de marcas productoras de gin, vodka, whiskey, licores, charanda, pox y todo tipo de destilados de agave: tequila, mezcal, bacanora, sotol y raicilla. Por supuesto se cuenta también con marcas de perfil más comercial pero que destacan por su calidad y procesos. 

La propuesta de mixología estuvo a cargo de Merengue, jefe de barra. En la carta de cócteles destaca la Yegua Mezcalera. Se prepara con mezcal espadín, jugo de limón verde, extracto de jengibre, jarabe de menta y kombucha de jengibre. También está el Romance en Michoacán, preparado con charanda, extracto de maracuyá, Aperol y jugo de toronja.

Cocina

La carta de alimentos estuvo a cargo de Julio Zainos. Está inspirada en la cocina oaxaqueña y las cantinas, ofreciendo platillos ideales para compartir y botanear. Para empezar el Bocol y Quelites, tres piezas de nixtamal de maíz criollo inflado, queso ocosingo de Chiapas y quelites tiernos. En los tacos está el Ensenada, pescado tempura acompañado de coles y una mayonesa picosita. El taco Vegano se prepara con setas, cebolla cambray, salsa macha, aguacate tatemado, berros y flor de calabaza, para aquellos que prefieren una dieta sin origen animal. 

Los Fundidos Oaxaqueños son un plato que podría ser común pero en Reclusa Parda lo llevan a otro nivel. Se empieza con un muy buen queso de hebra derretido y se puede elegir entre tasajo e insectos para complementar. Si se opta por los insectos, se coloca chapulines y chicatanas debidamente preparadas, el sabor y textura de queso con los pequeños animales crujientes hacen un increíble contraste en tortillas hechas a mano. En las tostadas la Almendrada de Pulpo con pulpo asado bañado en almendrado, puré de frijol y rábano negro en escabeche ofrece una delicia a quienes prefieren mariscos. 

Reclusa Parda funciona perfecto como un comedor casual con deliciosos platillos y ambiente relajado. La trampa con el lugar es que entre buenos tragos y la comida la sobremesa puede prolongarse a la noche, donde la música, el ambiente y los cócteles invitan a regresar.

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Como un secreto, al fondo del inmueble se encuentra Textraño. Este es un espacio experimental destinado a diferentes disciplinas artísticas. La primer exposición que albergó fue Una simple actividad de la era digital, de Jorge Bobadilla. Este espacio suma a Reclusa Parda una experiencia completa que marida música, servicio, comida, coctelería y arte a la perfección.



  • FOTOS: Paola Félix

  • TEXTO: Isra Vázquez

  • UBICACIÓN: Rio Ebro 85, Col. Cuauhtémoc | CDMX

  • HORARIO: Martes – miércoles 13:30 – 00:00, jueves – sábado 13:30 – 02:00, domingo 13:30 – 22:00

Fecha de Publicación:
Jueves 16/01 2020