Foto cortesía de Mancandy.


UN REPASO POR LA MODA MEXICANA EN ESTOS ÚLTIMOS CATORCE AÑOS, ¿QUIENES HAN INFLUENCIADO LA MODA? Y ¿HACIA DÓNDE VAMOS?

Esfuerzos recientes documentan la historia de moda en México. Expos en museos locales y libros que narran su camino nos dan una empapada sobre la trayectoria y evolución de la indumentaria en nuestro propio contexto. Aún faltan muchísimos recursos para poder conocer a profundidad la moda mexicana. ¿Quiénes hemos sido? ¿Qué diseñadores destacaban en épocas anteriores? ¿Cómo exhibían su trabajo? ¿Existe ahora un sistema de creación y difusión constante como sucede en capitales de moda bajo el formato de pasarela y su posterior diseminación mediática? Lo mismo nos preguntamos cuando pensamos en marcas de accesorios y joyería. 

Y es que hay momentos de la moda reciente en México que las nuevas generaciones no ubican; pero que son indispensables para entender nuestro panorama actual. El inicio de Coolhuntermx, hace 14 años, coincidió con la digitalización de los medios. Nació a partir de la necesidad de tener información de la comunidad creativa local a nuestro alcance. Y ahora, los esfuerzos por generar investigación histórica son tan importantes como lo es reconocer a los nuevos talentos cuyos proyectos muestran un panorama diverso de moda. 

La era MySpace

En 2004 se fundó Marvin y Quetzal, una marca que mezclaba streetwear, referencias kawaii y pop liderado por Marvin Durán y Quetzal Rangel (q.e.p.d). Poco después otras iniciativas de diseñadores jóvenes irrumpieron en la escena. En el número de agosto 2007 de la revista Chilango, se presentó una nueva ola de diseñadores: Te Amo de Roberto Sánchez y Rafa Cuevas, Mancandy de Andrés Jiménez, Alejandra Quesada y Denisse Marchebout.

Malafacha.
Marvin Durán.

Todos de estilos diversos pero representantes del panorama joven y urbano de la moda local. Junto a proyectos como Cherry Project, Malafacha y Temores, abanderaron una nueva posibilidad visual. Desde referencias internacionales y de interpretación local de tendencias; de lo más mainstream a lo que estaba gestándose en las redes sociales y la música. 

En esos años habían tres plataformas de pasarelas en el entonces DF. IDM (International Designers México), DFashion y Fashion Week México. Esto representaba un mayor número de espacios para que estos nuevos talentos pudieran presentar su visión en pasarela.

Además, coincidió con la popularización de la documentación del streetstyle y los bloggers que fotografiaban, tanto la fiesta como los looks; se volvían sus propios medios de difusión. También crecieron las agencias de RRPP locales como Another Company, quienes comenzaron a ligar a la escena creativa y de moda con marcas internacionales. Generaron fiestas como parte de su estrategia y ayudaron a crear un ecosistema completo.

Teníamos a los nuevos diseñadores haciendo moda y plataformas para que mostraran sus más recientes colecciones. Desde medios de moda para jóvenes como Nylon México, Celeste o Baby Baby Baby, pasando por fotógrafos bloggers (Diario de fiestas y Domestic Fine Arts) y las celebridades que llevaban sus prendas, desde Denisse Gutiérrez de Belanova a Zemmoa, la host de todas las mejores fiestas. 

Trista SS18.
Cynthia Buttenklepper.

Los 2010

Otros diseñadores de la época optaron por definir la moda de otra manera. Entrada la década pasada, ésta buscó ser racional, alejarse de tendencias efímeras y construir códigos arraigados en la practicidad, comodidad e interpretación de una identidad mexicana contemporánea. Marcas como Trista (integrada por Giovanni Estrada y Josa Silva), Francisco Cancino en Yakampot, Cihuah de Vanessa Guckel, Kris Goyri, Ocelote y Cynthia Buttenklepper establecieron universos propios con objetivos comerciales más claros. Se posicionaron como marcas de lujo locales con personalidades únicas y prendas “clásicas” en su ADN que han ido evolucionando junto con ellos.

El minimalismo local terminó generando una reacción estética contraria; creativxs que ven en “lo mexicano” una fuente de inspiración y crítica. Un espacio para cimentar su práctica y proponer respuestas. Bárbara Sánchez Kane navega entre moda y arte que se inspira de los displays de los tianguis, los uniformes de las escuelas públicas o las botas tribaleras, mientras narrativamente habla sobre la falta de educación sexual o las dinámicas de la migración hacia Estados Unidos.

Foto Ricardo Chávez para Guillermo Jester.
Foto Dorian Ulises para The Pack.

Dorian Ulises López, hace lo propio en la fotografía. A través de su trabajo cuestiona la falta de representación de personas morenas en la industria. Agencias de modelos como Guerxs y posteriormente In The Park, siguen esta misma línea de encontrar perfiles morenos que se posicionen a nivel global. Sara Esparza, Marsella Rea, Magdaleno Delgado, Aneken Zaldivar y Trinidad González, entre muchos otros, han desfilado en semanas de moda europeas para marcas de lujo y protagonizan campañas de moda de Bottega Veneta, Chloé, Balmain y Fenty. Es un momento histórico para los talentos mexicanos.

Y también tenemos diseñadores que se posicionan mundialmente. Tal es el caso de Barragán que presenta exitosamente sus colecciones en la semana de la moda de Nueva York y cuya tshirt con cierre al centro se volvió una prenda reconocible de lujo para el gremio creativo local y expats. Antonio Zaragoza de Liberal Youth Ministry ha vestido a Bad Bunny y Justin Bieber, afianzando una comunidad global sin buscar escaparates en México mientras que Paloma Lira ha creado un proyecto lo suficientemente flexible como para mostrar un vestido de pelo humano en pasarela e igual vestir a Danna Paola.

Segunda generación de modelos Guerxs.

Al mismo tiempo, las universidades de diseño en México, entre ellas Centro, Jannette Klein, Casa de Francia y CEDIM empezaron a profesionalizar a una nueva generación de diseñadores, periodistas y estilistas quienes ahora tienen una perspectiva de moda híbrida. Es decir, tienen mayor contexto histórico y estético (que les aporta la academia) y logran un balance entre propuestas de diseño conceptual, experimentaciones interesantes y prendas con alta viabilidad comercial. 

La nueva guardia

En una plática con Gabrielle Venguer para el nuevo número de 192, me contaba que siente que hay un panorama amplísimo de diseñadores de moda en México y tiene razón. Las nuevas generaciones tienen proyectos únicos. De los procesos minuciosos de Venguer y los bordados de alta costura de Kenia Filippini en Dream Baby a objetos que rompen el internet como los anillos de Blobb y las bolsas de Minena. Y aunque enfrentan los mismos retos que los diseñadores que cito al inicio del artículo: falta de maquila a pequeña escala, oferta limitada de textiles y suministros a nivel industrial en México, también tienen algunas ventajas.

Las redes sociales para crear comunidad han sido indispensables en el caso de Rejected y Almami. El primero es un proyecto de moda que trabaja con prendas usadas y hace nuevas bajo modelos zero waste. El segundo hace piezas a la medida de inspiración romántica bajo pedido. Ahora, las marcas también tienen la posibilidad de vincularse con proveedores internacionales y de vender en (y comprar a) tiendas en línea que antes era casi imposible conocer. 

Atlética por Hermanos Koumori.

Ahora, el sentido de “lo mexicano” puede o no entrar en juego y cada quien decide si lo integra o crea su marca alrededor de otras narrativas. Toronero está integrando técnicas de talabartería tradicional de los altos de Jalisco a manera de guiño en prendas de piel; mientras que Hermanos Koumori crea narrativas ficticias de la cultura mexicana actual en gráficos y prendas streetwear. Tiempos de Esteban Tamayo está construyendo un guardarropa con referencias digitales para jóvenes globales, entre ellas Bella Hadid y Musmin, apelan a la nostalgia, a los conejitos y lo tierno para pasarlo por un viaje psicotrópico en prendas coloridas.

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Para narrar 14 años de moda en México en un solo artículo mi prioridad fue establecer una cronología y distintas corrientes en este periodo. Por extensión hay muchos sectores y nombres que se quedan fuera pero eso no demerita el esfuerzo que hacen para que la industria siga creciendo. El futuro de la moda en México necesitará más profesionales preparados en el diseño y creación de imágenes. También replantear nuestras dinámicas de trabajo y seguir exigiendo condiciones justas en todos los sectores. 

Las marcas jóvenes están creciendo bajo sus propios modelos de negocio, algunas quieren ir despacio, con atención a los detalles; otras bajo condiciones rigurosas de producción sin residuos, y otras bajo un sistema industrializado. En todos los casos se requiere inversión y confianza para que los proyectos crezcan, así como plataformas que favorezcan su desarrollo. Como consumidores también debemos de entender el valor de hacernos de una prenda mexicana, saber lo que estamos comprando y ser conscientes de que propiciamos que nuestra industria local crezca.

Por último, plataformas como esta, Coolhuntermx y otros medios digitales independientes son clave para poder seguir compartiendo información y llevar a cabo un registro de la historia de la moda en México.


  • TEXTO: Rodrigo De N. Colmenero

  • FOTOS: Coolhuntermx/Cortesía

Fecha de Publicación:
Miércoles 23/08 2023