CONGRESO DE LA CIUDAD DE MÉXICO


UNA ENTREVISTA CON EL DIPUTADO LOCAL DEL CONGRESO DE LA CDMX SOBRE LOS ESPACIOS POLÍTICOS DE LA COMUNIDAD LGBT+

Temístocles Villanueva buscó, desde joven, poder hacer visibles las historias de vida de lxs demás. Creció en Ciudad de México en una familia liberal, en donde tuvo el privilegio de poderse expresar libremente y recibió una educación de carácter más activo y autogestivo. Para él, cursar la preparatoria en la escuela Luis Vives le ayudó a desarrollar pensamiento crítico. Después, decidió estudiar cine con la idea de poder contar historias y casi al mismo tiempo descubrió el activismo político.

Para él, vivir el proceso de desafuero a Andrés Manuel en el 2004-2005, mientras era Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, despertó (junto a sus contemporáneos) un interés por conocer a fondo los procesos políticos. Y les motivó a buscar alguna manera de generar un cambio social a partir de la organización colectiva. En la Convención Nacional Democrática, conoció el activismo sexual de la mano de Jaime López Vela; quien se ha vuelto uno de sus amigos. Y comenzó a entender que la lucha por los derechos de los colectivos se entrelaza con la de los derechos humanos. 

En 2012 fue nombrado secretario estatal de diversidad sexual de Morena y después secretario nacional. En 2018 fue elegido diputado local por el Distrito IX del Congreso de la Ciudad de México y en cada posición ha buscado la apertura de espacios y derechos igualitarios para la población LGBT.

Platiqué con él sobre los espacios políticos que aún nos faltan por ganar y los temas más apremiantes para nuestra comunidad.

¿Qué temas consideras que fueron importantes, cuando tú comenzaste, para trabajar hacia la igualdad en la población LGBT de la CDMX?

El reconocimiento del matrimonio igualitario. Si bien no todas las personas de la diversidad sexual aspiran a acceder al matrimonio, el acceso al derecho era necesario; es una de las maneras en las que la sociedad en general ha entendido que la discriminación no puede formar parte de nuestra sociedad. Las decisiones que el gobierno toma, mandan un mensaje a la sociedad en general. 

También me parecía fundamental abordar la falta de inclusión en los espacios educativos. La diversidad sexual es un tema del cual no se hablaba para nada en las aulas y en ocasiones este silencio institucional puede ser cómplice de violencia. Y aunque en muchos casos la respuesta de los jóvenes es de empatía y solidaridad, esta visión ha cambiado en las nuevas generaciones, pero no se nos había formado para entender estas diferencias. En la adolescencia es cuando más necesitamos ese apoyo, para lograr desarrollar un proyecto de vida en libertad. 

Ha sido una década de gran avance. Desde el 2010, cuando se aprueba el matrimonio igualitario, parece que dimos un salto de transformación social. Y aunque los cambios culturales son de gran aliento, influenció en que sucedieran otros en poco tiempo.

Y actualmente, ¿cuáles son los temas de corte LGBT que se han estado discutiendo en el congreso?

Estamos muy contentos porque hace poco más de una semana se aprobó la reforma a siete ordenamientos jurídicos de la ciudad para sancionar administrativamente la discriminación. Es un logró que no ha sido tan cubierto porque no es un tema polémico. Ojo, lo polémico también nos ayuda para generar la conversación de temas necesarios en sociedad y lograr que se entiendan. El tema de la discriminación está tan normalizado, que pasa desapercibido entre las personas que no la padecen. 

Ésta se vive de forma interseccional y de manera simultánea. Se discrimina por color de piel, origen étnico, estatus migratorio, lengua, discapacidad, orientación sexual o identidad de género. Y se sanciona en el código penal de la CDMX desde 2007, pero la regulación no ha generado ningún efecto. Es complicado acreditar el delito de discriminación. Desde 2007, han habido siete personas consignadas por este delito y tampoco es que encarcelar a alguien vaya a erradicar el contexto social del problema. En mi opinión, sucede lo contrario, se perpetúa la actitud de revancha.

Desde la primera Legislatura en la que yo estuve, en 2018, se ha ido madurando la idea de crear una sanción no penal, ni punitiva. El problema de fondo no tiene que ver con la actitud criminal sino con los procesos socioculturales del individuo. Ahora distintas autoridades pueden sancionar administrativamente por discriminación; todos hemos escuchado los ejemplos de casos recientes en establecimientos mercantiles, por discriminar o permitirla. Lo mismo se regulará en el espacio público y en el trabajo. Ya se aprobó y creo que su puesta en marcha generará cambios muy positivos.

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También seguimos trabajando en reformar el Código Civil para reconocer a las infancias trans. Buscamos establecer acciones afirmativas para generar mayor oferta laboral a las personas trans desde los espacios gubernamentales; se presentó una iniciativa para que el 3% de las nuevas plazas laborales sean ocupadas por personas trans; el sector que más discriminación padece de la diversidad sexual.

Además estamos tomando acciones para la descriminalización del VIH bajo la figura de peligro de contagio. Ésta es una visión del siglo pasado y que tiene que ver con otro tipo de pandemias que se vivieron en otra época. La realidad actual del VIH es otra y el usarlo para criminalizar a las personas que viven con él, no sirve de nada. Al contrario, promueve ideas erróneas de discriminación, propaga desinformación y promueve el miedo para que la población se acerque a realizarse pruebas, saber su diagnóstico y empezar su tratamiento en caso de ser positivos. Este miedo que genera omisión, termina por tanto haciendo que las personas transmitan el virus, porque no se apegan a su tratamiento ARV. 

¿Cómo pasamos del activismo a la acción política?

El activismo es indispensable para los que hacemos política y los políticos no somos necesariamente activistas. Hacemos activismo legislativo. Pero el activismo social es el que mantiene vigente nuestras agendas de trabajo; genera la exigencia de derechos que no habían considerado, visibiliza las problemáticas que viven distintas personas y crea nuevas obligaciones y sanciones. 

Acabamos de arrancar el Parlamento de personas LGBTTTI+, que reúne a 66 personas diversas para conformar una agenda que permita seguir avanzando en los próximos años. El activismo LGBT+ nunca va a dejar de ser necesario, porque este es el mismo que el de los derechos humanos. La exigencia permanente a los regímenes políticos de cada época es fundamental y en los momentos más oscuros siempre se busca inhibirlos o violarlos, por tanto su exigencia es una labor permanente. 

Además de que necesitamos atender a las nuevas generaciones y que exista relevo generacional. Escuchar a las juventudes es indispensable para atender nuevas necesidades. Por ejemplo, el porcentaje de población joven que se asume como no binaria ha crecido y esto nos desafía a entender un contexto reciente y a hacer las modificaciones pertinentes, incluso en el lenguaje. 

¿De qué forma nosotrxs podemos hacer política?

Todas las personas hacemos política constantemente, a través de las decisiones que tomamos en nuestro entorno público y no nos damos cuenta. Cuando nos organizamos con nuestrxs vecinxs, en el trabajo o la escuela; necesitamos que la gente sepa que lo está haciendo. Y de esta manera podemos ser ciudadanxs conscientes, exigir nuestros derechos y demandar avances a nuestros representantes en las cámaras. Además es nuestro trabajo, del oficio político, tener representatividad y estar vinculados con nuestra comunidad.

¿Consideras que la CDMX es un espacio seguro para la comunidad?

Estoy convencido que la CDMX es la ciudad más segura para las personas de la población LGBT+. También creo que es en la que más se visibilizan los problemas que nos atañen de forma directa. Evidentemente, aún hay casos de agresiones y asesinatos a mujeres trans, hombres gays, mujeres lesbianas, pero aunque ocurre también en otros estados, aquí cada vez pasan menos desapercibidos. Los medios lo cubren sin disminuir su relevancia o vincularlo a otras problemáticas y con los términos que deben de ser. Eso genera documentación adecuada que nos permite tomar medidas de sensibilización hacia la población, los cuerpos policiacos, etc, para construir una ciudad más segura. Yo veo una actitud de mayor empatía social pero falta voluntad política en todos los niveles. 

Que también han aumentado los discursos ultra conservadores…

Sí, aunque tenemos recientes discursos de derecha ultra conservadora, que buscan llegar a una población que se siente desatendida, lo capitalizan sin creerlo a cabalidad. Es una estrategia mercadológica vacía, lo cual lo hace más lamentable. No les creo a gente como Gabriel Quadri o América Rangel, quienes hacen uso de discursos tan arcaicos que me parece que ni en su puesta de escena lograrán el voto para mantenerse en espacios de ejercicio de poder. La libertad de expresión no puede apoyar ningún discurso que genere discriminación.

Por último, ahora que está próxima a suceder, ¿cuál es tu postura sobre la intervención de marcas en la Marcha LGBT+?

Creo que hay que aprovechar a los aliados que quieren ser aliados por conveniencia, como en la política. La comunidad es nuestra, no de ellos. Hay que utilizarlos a nuestro beneficio pero también exigirles y ser críticos con nuestro consumo. El pink washing seguirá existiendo porque el capitalismo ha ganado la batalla desde hace muchas décadas y no lo vamos a revertir. Pero seamos pragmáticos y exijamos que generen acciones afirmativas en sus empresas, que contraten personas de la diversidad y si no lo hacen señalémoslos. Como dice Calle 13: “Yo uso adidas, adidas no me usa a mí. “ 


  • ENTREVISTA: Rodrigo de Noriega

  • FOTOS: Cortesía

Fecha de Publicación:
Miércoles 22/06 2022