Cartulinas, Estampitas y Memes | Objetos Políticos

La clase política aún no sabe dialogar, y por lo que hemos visto en los debates, tampoco sabe, o le interesa, argumentar una idea. Los mensajes que escuchamos son en tono de monólogo.

Recientemente la cuenta oficial en Instagram del candidato a presidente de la “Coalición por México”, Ricardo Anaya, publicó la siguiente imagen:

Por lo que vinieron a mi mente las preguntas: ¿Qué quiere decir? ¿Qué quiere lograr? Quizás una posible respuesta es: “lo que Shepard Fairy hizo para la campaña de Obama en el 2008 con el póster HOPE”.

Shepard Fairey posando frente al su íconico póster Hope –Damian Dovarganes para Popsugar

Sea lo que sea que quiera decir y lograr el equipo de comunicación de la Coalición por México, este es un ejemplo de la serie de monólogos políticos que escuchamos durante los procesos electorales, una especie de “Este soy yo y soy increíble”.

A la par de estos mensajes, están los objetos y los gestos como sus vehículos de entrega.

Nuestros procesos electorales nos han enseñado que los partidos y candidatos, entre otras cosas, utilizarán mochilas, termos, bolsas para el mercado, playeras, pines, mascadas, gorras, banderas, banderitas, y por supuesto, calcomanías (en tu coche, en tu celular, en tu negocio, en tu computadora, en tu mochila) para hacerse presente en la vida diaria.

Con esa premisa, añadiéndole los obstáculos y oportunidades que presenta una creciente vida digital en el mexicano y el paquete de objetos propagandísticos (vallas, murales, carteles, espectaculares) que podamos encontrar en las calles, los candidatos apalancan sus armas digitales para estar en nuestras pequeñas pantallas también, desde cuentas de Instagram hasta memes.

La Cartulina

El primer debate presidencial renovó y resignificó una categoría dentro de los objetos que encontramos durante un proceso electoral: la cartulina.

Comúnmente la cartulina habla más de una protesta o de una exposición en la primaria que de un debate entre aspirantes a la presidencia de un país. Están, por ejemplo la cartulina con la gráfica con números en grande, la revista, el libro, la foto… hasta el “brandeo” del podio y ¿por qué no?  “Ahí te va mi número de WhatsApp para lo que se te ofrezca”, gesto del Bronco durante el primer debate.

Calcomanías

Así como las radiodifusoras se plantan en puntos estratégicos de las ciudades para “la pega de estampitas”, los partidos políticos hacen lo mismo con comitivas de simpatizantes abanderados para que los coches y sus conductores declaren sus preferencias.

Estas “calcas” también se han vuelto más estratégicas y han permeado difererentes lugares. Hace una semana, Pedro Kumamoto, candidato independiente al Senado por Jalisco junto a Juanita Delgado, una de las nuevas figuras en el escenario político, subió unas Stories a Instagram con la antesala “Les voy a mostrar algo bien bonito”, seguido de una serie de imágenes en las que la calcomanía con su nombre adornaba un poste y puestos de mercado. Basta entrar a alguna universidad o café para encontrar laptops y celulares que también portan estampas de candidatos, incluso las citas de negocios y nuestros mismos perfiles en redes sociales.

Objetos Digitales 

Los objetos que quizá más han evolucionado y se han multiplicado durante procesos electorales son los digitales. Por una parte, no hay candidato sin cuenta de Instagram y no hay candidato sin meme, ni candidato que no trate de usar el lenguaje del meme. Los memes, autoría del colectivo o del personaje anónimo (aquí muchos insertarían el equivalente a las granjas de bots pero en contenido), invaden nuestros celulares a los minutos de un suceso, un comentario desafortunado, una metida de pata, etcétera.

Y así como hay memes, también hay fan art y grupos organizados de artistas y creativos que muestran sus inclinaciones, como por ejemplo la cuenta Vota por el Amor en apoyo a AMLO.

Una publicación compartida de Vota Por El Amor (@votaporelamor) el 25 May, 2018 a las 6:37 PDT

Y, ¿para qué sirven estas cosas?

Lo mismo que un LIKE, un FOLLOW, un SHARE, un RETWEET, un REPOST, o incluso, la autoría de un meme rápido; sirven para decir, este soy yo y voy a votar por esta persona. 

No es muy diferente a cuando decides ponerte una playera de rayas con el nombre y patrocinadores de un equipo de fútbol, o a cuando eliges la ropa de un diseñador.

Nos volvemos simpatizantes, sponsors, vocales –con sus respectivas rayitas de volumen–.

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Si te interesa conocer más sobre los objetos que han forjado la política del país visita la exposición “Ciudadanía, Democracia y Propaganda Electoral en México 1910- 2018” en el Museo MODO.