Ilustración por Enrique Larios


¿HAY DISTINTAS FORMAS DE QUERER Y SER FELIZ?

En vísperas del Día de San Valentín, una festividad que tradicionalmente celebra (cof cof el capitalismo) el amor romántico en su forma más convencional, es esencial reflexionar sobre las diversas facetas del amor, las presiones sociales y las opciones de relaciones que van más allá de la norma establecida.

Desde temprana edad, nos educan para asociar esta fecha con el romanticismo, la pareja y los gestos tradicionales de amor. Sin embargo, esta festividad también arroja luz sobre aquellxs que se enfrentan a presiones, ya sea por la soltería o por la manera en la que deciden vivir el amor. 

En pleno 2024, la soltería no debería ser vista como un estado de transición o como una falta de elección, sino como una valiosa oportunidad para el crecimiento personal, el autoconocimiento y el fortalecimiento de otros vínculos significativos en nuestras vidas. 

Aunado a esto, es crucial desmontar el mito de que la felicidad y la completitud sólo se encuentran en una relación romántica. La realidad es que podemos experimentar satisfacción estando solterxs, rodeados de afectos y conexiones significativas. 

¿El amor siempre ha sido igual?

El amor romántico, impulsado por el consumismo y las expectativas sociales, ha evolucionado a lo largo del tiempo. Anteriormente estaba reservado para la élite, pero ahora se ha democratizado y convertido en un ideal al que aspiran las masas. Sin embargo, esta idealización del amor ha llevado a presiones insostenibles y a la búsqueda constante de la pareja perfecta como un símbolo de estatus.

Como era de esperarse, en el Día de San Valentín todos los precios suben, así lo afirma la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros. Es así que los gastos irán desde los 750 hasta los 1,500 pesos.

Con todo y todo, de acuerdo al más reciente censo del INEGI: lxs mexicanxs nos casamos menos, nos divorciamos más. Por ende, la población soltera casi supera a la casada en el país. Según Guillermo Fonseca, esto podría deberse a las presiones económicas actuales sobre la población joven que decide posponerlo y al fenómeno que es la ceremonia de matrimonio en la era contemporánea.

¿De verdad hay una sola forma de querer?

En medio de este panorama, surge un movimiento hacia la No Monogamia Ética, que desafía las normas convencionales de las relaciones. Esto permite a las personas explorar múltiples conexiones emocionales y sexuales de manera ética y consensuada. Muchxs pensarán que esto es sinónimo de poliamor, pero la verdad es que esta es sólo una de sus formas. Maynné Cortés, fundadora de Laboratorio Afectivo, les describe de la siguiente manera:

  • Poliamor: Una aproximación a las relaciones en la que las personas pueden tener múltiples parejas románticas o sexuales al mismo tiempo. Dentro del poliamor también hay una serie de variaciones y subtipos que engloban distintos tipos de acuerdos. 
  • Relación abierta: Este suele ser un modelo en el que una pareja mantiene la exclusividad romántica, pero permite la interacción sexual con otras personas fuera de la relación. 
  • Swingers: Modelo en el que distintas parejas interactúan entre ellas sexualmente. Esto puede ocurrir en eventos organizados por la misma comunidad swinger o en clubes dedicados especialmente a eso.
  • Polifidelidad: Una relación en donde un grupo de personas forman una relación entre ellxs y sus miembros sólo pueden tener interacción romántica o sexual con personas del mismo grupo. El vínculo está cerrado para personas externas a la relación. Dentro de este modelo se puede incluir las triejas (grupos de 3 personas); los quads (grupos de 4); y las polículas, que más que referirse a una estructura específica, se usa para nombrar grandes constelaciones interconectadas de personas con distintos acuerdos.
  • Anarquía relacional: Una aproximación a las relaciones que usualmente es no jerárquica y donde no hay reglas ni expectativas específicas hacia las distintas personas con las que nos relacionamos; sino que cada relación tiene sus propios acuerdos basados en lo que decidan quienes las integran. En la anarquía relacional es usual que ni siquiera se etiqueten las relaciones en categorías, es decir, no se usan comúnmente los términos “pareja” o “amistad”. Todxs se consideran como vínculos únicos.

“Tres desnudos en el bosque” de Ernst Ludwing Kirchner. Vía ArtsDot.com

¿De qué va el poliamor?

Maynné también especifica que hay varias ramas del poliamor. Cada modelo se basa en los acuerdos y las necesidades de las personas involucradas, permitiendo una mayor flexibilidad y autenticidad en la expresión del amor y las relaciones humanas.

  • Poliamor jerárquico: este tipo de relaciones se organizan de manera jerárquica. Existe una relación considerada la principal o “primaria” y algunas otras relaciones consideradas secundarias o terciarias. El nivel de compromiso de cada vínculo depende de la jerarquía que se le asigna. El acuerdo general es que siempre se da prioridad a las necesidades de la relación primaria. 
  • Poliamor de sobremesa: en este estilo de poliamor todos los vínculos se conocen y sostienen una relación hasta cierto punto estrecha; puede ser más o menos cercana dependiendo la preferencia de cada quien, pero se da prioridad a que haya una integración de la red. Por ejemplo, si alguien tiene dos parejas y sus parejas a su vez tienen otras parejas, en este tipo de poliamor se propiciaría que  todxs se conocieran. 
  • Poliamor paralelo: la parte contraria del poliamor de sobremesa. Aquí se permite que las personas que integran una relación puedan tener a su vez otras relaciones, pero cada una se mantiene independiente de la otra y no hay interacción entre vínculos.
  • Polícula: este es un término paraguas que se refiere a redes interconectadas de personas que practican la no monogamia. Estas personas a su vez están relacionadas entre ellas de formas emocionales, sexuales o románticas. La estructura, acuerdos y límites de cada polícula son distintos y dependen de quienes las integran.
  • Polifidelidad: Es un modelo relacional en el que tres o más personas mantienen un vínculo sexoafectivo, pero tienen un acuerdo de exclusividad entre ellas.

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En última instancia, el amor no se puede reducir a un único modelo o ideal. Resignificar el amor implica reconocer y valorar la diversidad de experiencias y expresiones amorosas, desde la soltería hasta la no monogamia ética. En este Día de San Valentín, recordemos que este sentimiento es más que una pareja romántica, es una conexión humana. 


  • Redacción Coolhuntermx

  • Fotos: Cortesía

Fecha de Publicación:
Miércoles 14/02 2024